Tan importante es el cirujano como la clínica donde se va a intervenir. Muchas pacientes priorizan el precio que el centro ofrece frente a la calidad y seguridad que pueden garantizar. Este hecho es muy peligroso, ya que puede poner en peligro la salud e incluso la vida de la paciente en caso de aparecer complicaciones, siempre posibles en todo acto quirúrgico. Por estos motivos, el hospital o clínica en el que se va a intervenir debe cumplir las siguientes características:
1. Disponer de quirófanos que cumplan todas las garantías de seguridad, especialmente en los ámbitos de la higiene y asepsia para reducir las posibilidades de infección.
2. La clínica u hospital donde se opere, debe disponer de instrumental adecuado y actualizado, que no pongan en riesgo la salud de la paciente.
3. Debe tener atención las 24 horas a la que poder recurrir en caso de que ocurra alguna complicación o desee consultar alguna duda desde su domicilio.


4. En caso de precisar ingreso hospitalario, tanto las salas de reanimación como las habitaciones deben ser lo más confortable posible. La paciente necesita descansar en un ambiente agradable, ya que las primeras horas tras la intervención es el periodo en el que se está más susceptible y más ayuda necesita.
5. La atención en la planta de hospitalización debe estar asegurada en todo momento. Eso implica que el personal pueda atenderle cuando lo necesite para lograr el mayor bienestar que sea posible, y que haga más fácil su postoperatorio. La hospitalización debe contar con personal capacitado que sepan resolver cualquier complicación en el postoperatorio inmediato y que sepan cuando llamar al cirujano para resolver incidentes.
6. La clínica publicita la calidad de los servicios que ofrece en lugar de los precios. No confíe en ofertas extremadamente baratas que quieren conseguir su atención simplemente por el precio. La medicina de calidad y seguridad tiene costes importantes.