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El Día de la Cirugía

La importancia de conocer los detalles antes de la intervención

Actualizado | 26/Diciembre/2017

Sabemos el respeto que impone el quirófano, y la paciente antes de entrar debe tener conciencia de ello. Puede que incluso tenga sentimientos de arrepentimiento, pero considere que son parte normal del proceso de enfrentarse a algo que causa temor. No olvide que si ha decidido someterse a una intervención es porque va a obtener un importante beneficio, ya sea por curar una enfermedad o para lograr una mejoría estética.

Tras varias consultas, superar todas las pruebas necesarias, pasar por un profundo periodo de reflexión y seleccionar la fecha más adecuada, llega el gran día, el día de la cirugía. Es normal que esté nerviosa, especialmente si es la primera vez que pasa por el quirófano. En cambio, otras pacientes ven la llegada del día de la cirugía como un alivio que pone fin a todo el proceso iniciado meses o incluso años antes.

Lo mejor para afrontar estos miedos es consultarle todas las dudas y temores a su cirujano. La mayoría de temores aparece cuando no están claros todos los pasos del proceso que va a pasar. No debe entrar en quirófano con ningún tipo de duda, tanto del procedimiento como del postoperatorio, por ello, en la consulta previa a las cirugías debe preguntar todo lo que necesite o desconozca. En caso que no esté segura o que tenga alguna duda de realizar el procedimiento, sepa que puede parar el proceso antes de que la anestesien. Además, su cirujano deberá confirmar antes de la cirugía que está preparada para ello.

El día de la cirugía deberá llegar con tiempo al hospital en caso de no ingresar el día antes. Es importante cumplir las pautas con la medicación preoperatoria, así como los tiempos de ayunas, en caso contrario puede que su intervención no se pueda realizar. Las ayunas suelen incluir tanto alimentos sólidos como líquidos unas 8 horas antes de la intervención. En caso de necesitar medicación antes de la cirugía, puede tomarla con un pequeño sorbo de agua, pero preguntes antes a su cirujano o anestesista cómo lo debe hacer.

Algunas veces se le puede indicar que suspenda o modifique alguna medicación, especialmente aquellas que causan aumento del sangrado como Aspirina, Ibuprofeno, Clopidogrel, Warfarina, Rivaroxaban, Dabigatrán o Apixaban. Si usted es muy nerviosa, su cirujano le puede recetar algún ansiolítico para consiga descansar adecuadamente la noche antes de la intervención.

Podemos diferenciar principalmente tres tipos de procedimientos en función de la anestesia utilizada: Anestesia local, anestesia general y sedación.

Las intervenciones con anestesia local no suelen requerir ayuna previa. La única molestia que sentirá será al introducir la aguja para inyectar el anestésico local. Estas cirugías suelen ser rápidas, como las intervenciones del complejo areola-pezón, y de manera ambulatoria, de manera que finalizada la intervención la paciente puede irse a su domicilio.

Las intervenciones con sedación también suelen realizarse de manera ambulatoria y pueden ser procedimientos en los que necesitan que la paciente esté tranquila y controlada durante el tiempo que dure la cirugía. Suele asociar anestesia local para evitar el dolor. Se recomienda estar en ayunas para este tipo de procedimientos, aunque no es tan imprescindible como en las anestesias generales. La sedación normalmente realiza mediante una vía intravenosa, aunque hay algunos fármacos orales con efecto sedante, dependiendo la elección de su cirujano o anestesista.

Por último, las cirugías con anestesia general, son aquellas que abarcan gran superficie corporal y requieren del control exhaustivo de las constantes de la paciente, como la tensión, la frecuencia cardíaca… para evitar complicaciones como sangrados excesivos entre otros. Estas cirugías requieren ayunas y se recomienda ingreso hospitalario de al menos una noche para controlar el postoperatorio más inmediato. Requieren de una vía intravenosa como mínimo y de intubación orotraqueal para controlar su respiración.

Antes de iniciar la intervención su cirujano le debe saludar y aclarar cualquier duda si existiese. Tras esto dibujará en su piel las referencias necesarias para guiar la intervención. Es muy importante que se realice con la paciente de pie o sentada, ya que así se logra la adecuada caída de la mama que permitirá delinear bien todas las estructuras. Con la paciente tumbada la mama se lateraliza y es difícil objetivar los límites y referencias anatómicas.

Tras hablar con su cirujano y diseñar la intervención, entrará en el quirófano y se iniciará el procedimiento.

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