
Complicaciones
Es necesario conocer las posibles complicaciones
Actualizado | 25/Octubre/2017
Como vimos en el apartado Postoperatorio de la sección Al Quirófano, toda intervención de mama tiene complicaciones comunes como son la infección, el hematoma, el seroma y las alteraciones de la cicatrización. Si estas intervenciones conllevan la colocación de prótesis, hay que tener en cuenta otras complicaciones que resumimos a continuación:
Contractura capsular (CC): Es la complicación más frecuente y la primera causa de reintervención en pacientes portadoras de prótesis. Para entender que es una contractura capsular, previamente hay que saber por qué se forma una cápsula alrededor de las prótesis. El origen de la cápsula periprotésica lo encontramos en la reacción a cuerpo extraño que un implante provoca al introducirlo en el organismo.

Al introducir un cuerpo extraño en el organismo, se desarrollan tres posibles respuestas frente a él: asilarlo, destruirlo o expulsarlo. Debido a la dificultad del organismo de destruir o expulsar un implante de silicona, este reacciona aislándolo mediante una cápsula periprotésica fisiológica. Hay varios factores que pueden alterar el estado fisiológico de la cápsula y provocar complicaciones.
Entre los más aceptados están la contaminación bacteriana y la radioterapia. Estos factores y otros menos conocidos son los que provocan la CC, que se puede definir como un engrosamiento de la cápsula fisiológica. La CC conlleva un impacto negativo en las pacientes portadoras de implantes mamarios, apareciendo dolor en la región torácica y en la axila. Además, en muchos casos se altera la forma de la mama.
La podemos clasificar con los grados de Baker, siendo el I el más leve y el IV el más severo. El tratamiento de la CC no está completamente determinado. Se sugiere que en los grados I y II el tratamiento es conservador (fisioterapia, ultrasonidos…) mientras que para los grados III y IV la cirugía es la mejor opción. Esta intervención consiste esencialmente en extirpar parcial o totalmente la cápsula, y retirar o cambiar el implante.

Asimetría: Toda mujer tiene cierto grado de asimetría entre sus pechos que puede ser aumentada tras una mamoplastia de aumento. Se pueden mejorar mediante el uso de lipofilling, infiltrando grasa en la mama de menor tamaño. En caso de que la asimetría sea ocasionada por malposición de una de las prótesis, se deberá reintervenir para movilizar el implante alterado.
Deformidad en Doble Burbuja: Podemos diferenciar dos tipos en función de la localización del implante respecto a la glándula mamaria:
-Tipo A o deformidad en Cascada: El implante queda colocado en su posición original, fijado por la cápsula, pero la glándula se desliza por delante del implante. Como resultado tenemos el implante en el sitio adecuado y la glándula ptósica, objetivándose la prótesis en el polo superior.
-Tipo B o deformidad en Doble surco: El implante aparece bajo la mama, creando un segundo surco submamario debajo del natural.
Para corregir estas alteraciones es necesaria una cirugía de revisión para llevar la glándula o el implante, dependiendo del tipo de doble burbuja, al lugar adecuado.

Bottoming out: Consiste en el descenso del surco submamario con desplazamiento inferior del implante, quedando la mama con un aspecto de pseudoptosis. Suele darse al liberar el surco submamario para ajustar el polo inferior, especialmente cuando la prótesis está colocada en plano subpectoral, ya que este músculo contribuye a inferiorizar el implante. Otras causas descritas incluyen una mala característica de los tejidos y la elección de implantes de gran tamaño. Normalmente aparece de manera unilateral o bilateral, pero en diferentes grados de severidad, provocando una importante asimetría. Hay diferentes técnicas para corregirlo, y todas ellas pasan por una cirugía secundaria. Destacan las capsulotomías selectivas, colgajos de la cápsula periprotésica, matrices biológicas o las mallas de polipropileno.

Rippling (rugosidades): Son más evidentes cuando se usan prótesis de suero salino y con las primeras generaciones de implantes de silicona. Esta alteración puede aparecer en cualquier polo de la mama donde la glándula esté adelgazada. Se puede solucionar aumentando el volumen de la zona deprimida mediante lipofilling o bien cambiando la prótesis al plano submuscular si estuviese colocada en el subglandular.

Sinmastia: Se define como la pérdida del surco intermamario, no existiendo separación entre ambas mamas. Esta complicación suele aparecer cuando se colocan prótesis demasiado grandes y además se realiza una excesiva disección en el polo medial de ambas mamas, extendiéndola por encima del esternón. Este problema se evita dejando una separación mínima entre la mama y la línea media de 1,5 cm, o lo que es lo mismo, una separación entre ambas mamas de 3 cm. Para corregir esta deformación, es necesario realizar una cirugía secundaria. Si los implantes están colocados en el plano subglandular, se tendrían que colocar en el plano submuscular. En caso que ya estuviesen implantados bajo el pectoral, habría que realizar una extirpación de la cápsula en la región intermamaria y obliterarla crear dos bolsillos separados, uno en cada mama.
También juega un papel importante los apósitos de cobertura que se colocan al final de la intervención, siendo muy útil la colocación de un apósito compresivo en la región intermamaria.
Una condición opuesta a la sinmastia es la Telemastia. La telemastia se trata de la excesiva separación entre las mamas, apareciendo un surco intermamario muy ancho. Es una situación relativamente frecuente tras un aumento de mamas, y si es muy llamativo se puede corregir mediante la medialización del implante, mediante lipofilling o cambiando las prótesis colocadas por otras de una base más ancha.
Alteraciones de la sensibilidad del pezón: Suele ser raro que ocurra y en caso de que aparezca se resuelven con el tiempo. Puede ser más frecuente su aparición en aumentos de mama que incluyan una mastopexia (elevación de la mama).
Rotura: Se estima que el riesgo de rotura para las prótesis de 4ª y 5ª generación aumenta un 1% cada año, por lo que si el cirujano realiza una adecuada manipulación del implante en la intervención y la paciente no sufre grandes traumatismos, el riesgo de rotura actualmente es muy bajo. En caso de que mediante una resonancia magnética o una ecografía revele una rotura protésica, el recambio es obligado.
"El riesgo de rotura de las prótesis actuales es muy bajo"
Alteraciones de la Transición: En ocasiones no se consigue una adecuada transición en el polo superior, siendo visible la proyección de la prótesis. Un aspecto natural debe tener una transición suave entre la pared torácica y el polo superior de la mama. Esta alteración es más frecuente cuando se colocan el implante en un plano subglandular. Este problema se puede mejorar mediante infiltración de grasa (lipofilling) en los casos más leves, y mediante una cirugía de revisión en los casos más severos, siendo a veces necesario el cambio al plano submuscular.